Tito 1:1
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad.
La enciclopedia informática define el término "verdad", en un sentido informal, como la coincidencia entre una afirmación y los hechos, o la realidad a la que dicha afirmación se refiere, o la fidelidad a una idea. Y en un sentido técnico, el término se usa en diversos campos como la ciencia, la lógica y matemáticas o la filosofía.
Esto que acabamos de leer aquí, es lo que lastimosamente está pasando en la iglesia, aquella institución que debería ser columna y baluarte de la verdad, está convirtiendo este término en meramente algo técnico, ya no en el campo de la ciencia o filosofía, sino en el campo religioso.
Hoy se habla mucho de defender la verdad, de predicar la verdad, de morir por la verdad, pero creo que tenemos un problema muy serio, porque parece que cuando se dice "defender la verdad" lo hemos limitado solamente al campo de defender ideas, de predicar conceptos, y de morir por afirmaciones. Se redujo la verdad a meros conceptos fácilmente expresados con la boca. La verdad se convirtió entonces, en un término solamente técnico que debe ser defendido, o que implica incluso morir. Y ¿Acaso expresaré que la verdad no tiene nada que ver con conceptos? claro que sí, pero va mucho más allá que eso.
Una persona puede decir: "Cristo murió por los pecadores", esa persona está expresando una verdad. La Biblia, que es la verdad objetiva de Dios, claramente expresa que Cristo murió por pecadores, que Cristo vino a salvar a los pecadores. Como diría un teólogo "la verdad es la verdad de Dios sin importar quien la haya dicho"
Esta expresión: "Cristo murió por pecadores" constituye una verdad que queda claramente comprobada por los hechos. Pero la pregunta es: ¿la persona que pronunció esta verdad, anda según la verdad pronunciada? Ese es el problema que estoy viendo en lo que hoy se llama iglesia cristiana, se pronuncian tantas verdades, muchas verdades salen de los labios de los profesantes, pero la cuestión es que la verdad no solo expresa realidades que salen por la boca, según la Biblia "la verdad es conforme a la piedad". Entendemos entonces que no solo se trata de "hablar verdades", sino de "vivir verdades".
Un pecador puede decir, "Estoy convencido de esta verdad: Cristo murió por los pecadores", pero este pecador nunca viene a Cristo para que Cristo le salve de sus pecados, Entonces ¿qué es lo que este hombre verdaderamente cree?. Él no cree esa verdad, el pronuncia algo que es verdad pero que no está afectando en nada su vida. Y así como ese incrédulo, actualmente hay una cantidad de los llamados cristianos expresando verdades que para nada están transformando sus vidas. Y estas personas terminan viviendo en un mundo de mentira y engaño.
La Biblia dice: "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres": Querido hermano ¿ha escuchado usted esta frase? estoy convencido que sí, esta es una verdad sobre la verdad. El mismo Cristo la expresó, la verdad trae libertad. Ahora, lo preocupante es que esta verdad está en la boca de una cantidad de personas que para nada son libres. ¿Qué es la libertad en la Biblia?: Bueno según la Escritura, en Lucas 1:74 - 75 la libertad es que: "librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos. En santidad y en justicia delante de Él, todos nuestros días".
La Palabra de Dios, entonces, nos habla de una verdad acerca de la libertad, y es que somos realmente libres si ya no estamos dominados por el poder del pecado, el mundo y Satanás; y que vivimos sirviendo al Señor sin temor, en santidad y justicia todos los días de nuestras vida. Así que la verdad que produce libertad es para una vida de piedad, de santidad. ¡Oh pero que contradicción! la verdad que muchos profesan hoy, es una libertad para pecar, para seguir en sus deseos mundanales y carnales.
Tenemos una cantidad de profesantes cuyas verdades expresadas no han influido para nada en sus vidas, estas verdades abrazadas en conceptos no son claramente visibles en sus exponentes, y según la definición de verdad que vimos al principio, la verdad se usa para significar la coincidencia entre una afirmación y los hechos.
¿Cómo puedo creer que lo que estás diciendo es verdad, cuando vives completamente diferente a esto? Por tanto, cuando hablamos de "defender la verdad", no estamos hablando solamente de defender doctrinas que son verdad, claro que tenemos que defender el cuerpo de doctrinas, pero esto no se hace solamente hablándolas con la boca, esto se hace con una vida de piedad movida por esa verdad. La defensa de la verdad bíblica comienza no en un púlpito, no en una conferencia, donde se expone la verdad, esta defensa de la verdad comienza cuando nuestra vida está siendo afectada por esta verdad, de tal manera que nuestro andar diario es conforme a ella.
Esto es lo lamentable, en estos días se habla mucho de verdad pero se vive muy poco la verdad, hoy la palabra evangelio, se escucha por muchos rincones, expresiones tales como "defendamos el evangelio", "prediquemos el evangelio", "anunciemos el evangelio", pero yo diría que hoy hace falta aquella instrucción paulina dictada en Filipenses 1:27 : "Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo". "Que os comportéis", que vivan, que caminen conforme a ese evangelio que proclaman. Ustedes anuncian en las palabras del evangelio que Cristo salva pecadores, pues entonces en honor a esa verdad caminemos como aquellos que han sido salvados, salvados del poder acusador del pecado, del poder controlador del pecado, aquellos que han sido salvados de la ira de Dios.
Cuánto se habla hoy de la gracia, gracia por aquí y gracia por allá, gracia por todos lados, y gloria a Dios por la bendita verdad de la gracia divina que salva a pecadores que sólo merecían la muerte. Pero vivamos conforme a esa verdad, vivamos como aquellos que han recibido verdaderamente la gracia de nuestro Señor Jesucristo. Tito 2: 11 - 13 expresa claramente lo que hace la gracia:
"Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo",
¿Me hablas de la gracia de Dios solo para decirme que andas en tus deseos mundanos?, ¡oh! entonces, estás hablando la mentira de vuestro padre el diablo. Así como la verdad es la verdad de Dios, la mentira es la mentira del diablo.
Querido amigo, asegúrate que la verdad que dices creer, que la verdad que dices defender, que la verdad por la cual estás dispuesto a morir, es la verdad que ha influenciado toda tu vida, tus pensamientos, tus deseos, tus afectos, asegúrate que es la verdad que te ha hecho libre para vivir sobria y piadosamente, y entonces, ¡proclámala con valentía, defiéndela con valor, muere por ella si es necesario!. Y que tu final no termine siendo una declaración como la que el hermano Pablo le hizo a aquellos contumaces habladores en Tito 1: 16: "Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra".